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viernes, 11 de marzo de 2011

Aveces quisiera tan solo escapar de este mundo de maldad , 
escaparme por un minutito al menos. Quisiera, poder crear 
mi mundo y crearlo y poblarlo a mi manera ; quisiera que 
haya enanitos para sentirme especial y único. Quisiera
 que haya un solo lugar donde haya paz y soledad para
 poder encontrarse con uno mismo. Porque podrás ver 
miles de caras y rostros distintos por día pero no tienen 
el tiempo para poder observarse y pensar, pero no pensar 
en cosas sin sentido, pensar en uno. Pensar ,por tan solo
 un momento , en poder ver nada mas que mi rostro y 
decidir que es lo mejor para mi , que es lo que me hace
 falta y que necesito en este momento. No sé si me 
siento vacío o lleno , pero me siento. Por eso quiero 
que mi mundo tenga muchos espejos para poder 
detenerse y verse, y pensar. Porque tocarás muchas
 manos, muchos brazos, millones de objetos , pero 
no te detenés a tocar la piel de una mujer que tanto te 
gusta. Ahora , si es que el amor existe en esos
 corazones, los hombres se interesan en tocar el 
cuerpo de la mujer y no su piel, es por eso , que 
quiero que es mi mundo haya manos por doquier
 para poder sentir que se siente que te toquen la
 piel y no el cuerpo. Pero la piel ,es solo una capa 
de lo que en realidad importa, del interior, del
 núcleo. Todos nosotros tenemos un núcleo adentro.
 Lo difícil es llegar a él , porque quien llegue al
 núcleo de una persona , esta se enamorará inmediatamente.
 Pero no todos llegan al núcleo de ,en mi caso, una mujer. 
¿Porqué?¿Porqué no con tan solo abrir una puerta llegaré el núcleo? 
La respuesta es muy simple y es solo lógica: no cualquiera 
debe llegar al núcleo, porque para llegar hay cien pruebas
 de amor que cruzar, y los "cualquiera" incluso no pasan
 la puerta por temor, o si la pasan, pierden en la primer
 prueba o quizás , en la segunda,pero son cien. Por eso,
 quiero que en mi mundo haya infinitas puertas para que
 todos tengamos una oportunidad, para que todos 
podamos encontrar nuestro núcleo y poder encontrar
 la felicidad máxima. 

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